Yo creo que la relación entre dos personas debería llamarse interrelación, pues en ella hay un sinfín de mensajes circulando en todas direcciones.
¿Cuál es la razón que normalmente hace que dos personas estén juntas?. En un principio el móvil sexual, la atracción. Esto es muy importante, pero una relación profunda y duradera no se puede mantener sólo a base de sexo, sería agotador, salvo que de antemano sea una relación tan sincera que de forma bilateral se acceda a ello y además se comprenda que no se trata de una relación exclusiva.
A continuación viene el conocimiento del contrario, esta fase suele ser en donde fracasan la mayoría de las relaciones, pues la gente que al principio sólo muestra lo mejor de sí misma, cuando se relaja y empieza a enseñar lo que queda, suele desilusionar. Esto ocurre en las dos direcciones, pero la mayoría de las veces de forma desincronizada. Si sucediera a la vez sería catastrófico, y sólo salvable con una relación sexual excepcional.
Si se supera este momento, lo siguiente es comenzar a tener un plan conjunto para el futuro. Desgraciadamente la mayoría de las personas no sabemos lo que queremos y nos dejamos guiar por patrones preestablecidos que nos machacan hasta la saciedad: me conozco, me acuesto, me ilusiono, me conozco de verdad, me desilusiono, me voy de viaje, me vuelvo a ilusionar, me caso, me hipoteco, soporto un trabajo que no me suele gustar, me compro un coche carísimo, no quiero pensar, me compro un apartamento en la playa, trabajo más, pongo alicientes en mi vida, tengo hijos, uno, dos, tres, ya no sé quién soy, me lo empiezo a plantear, después de todo ya no puedo cambiar mi opción, a joderse tocan, me compro cada vez más cosas para ver si esto me hace feliz, me estoy engañando, me sigo engañando, termino engañándome. Y todo empezó por echar un polvo. Bueno, quizás esto sea un tanto exagerado pero yo lo he visto en muchas ocasiones.
Una vez que más o menos se han hecho planes conjuntos, desgraciadamente suele haber algunos aspectos que no agradan demasiado. Éste es otro punto de inflexión en una relación: esos aspectos cuando son percibidos suelen intentar ser cambiados, lo cual constituye un gran error, la gente no cambia por amor, un león siempre es un león aunque esté amaestrado, la gente transige por amor o porque quiere conseguir algo o porque no quiere perderlo, pero mantener un estado de transigencia perpetuo y cada vez más exigente, es la mejor manera de desestructurarse como individuo. Cuando ha de existir esta transigencia debe ser bilateral y no muy exigente, pues ésta llega del miedo a la soledad, que al fin y al cabo sólo es miedo de encontrarse con uno mismo, mirarse, no reconocerse y no saber como volver a empezar.