He estado pensando sobre que podría escribir y me ha apetecido hablar sobre mis gustos. Y lo primero que me ha venido a la cabeza son mis gustos con respecto a los que me rodean.
Me gusta la gente en general, pues a casi todo el mundo le suelo encontrar algo que me atrae, me fastidian las personas que sólo quieren apreciar lo malo en los demás, porque hacen el ejercicio fácil y no se esfuerzan en absoluto, o porque quieren atribuir a los que le rodean la responsabilidad de sus frustraciones.
Me gusta no hacer juicios de valor de nadie, pero me encanta dejarme llevar de mi intuición y de mis dotes de observación (me ha quedado pelín presuntuoso) para pensar en cómo son las personas que me rodean, de donde vienen, a qué se dedican o qué han estado haciendo hace un rato.
Me gusta estar rodeado de poca gente, las multitudes me ponen nervioso y sacan lo peor de mí.
Me gustan los individuos, no las colectividades.
Me gusta que los demás me necesiten y poder hacer favores.
Me gusta la gente que sabe reírse de sí misma.
Me gusta la gente que sabe jugar.
Me gusta la gente que escucha y que te entiende casi sin necesidad de hablar.
Me gusta la gente que sigue apreciando al niño que lleva dentro, y a la que no le importa nada enseñarlo.
Me gusta la gente que es capaz de sobreponerse a las peores experiencias, sacando algo positivo de ellas.
Me gusta la gente que no se avergüenza de lo que es porque no ha podido o no ha querido ser otra cosa.
Me gusta la gente que no esconde la mano o vuelve la cara.
Me gusta la gente que sabe apreciar lo que tiene sin nunca haberlo perdido.
Me gusta no pertenecer a ningun partido político, ni a ninguna confesión religiosa.
Me gustan los logros de las personas que se esfuerzan y me gusta que los demás se los reconozcan.
Me gusta discutir y que me discutan, y que nadie se enfade después de una discusión.
Me gusta compartir las cosas que me gustan y que nadie se sienta ofendido por ellas.
El retrato anterior era el de Bereni. Acertaron Reve, Cattz, Terminus y Flu.