28 febrero 2006

Una de refranes

Os propongo que pongáis el refrán o refranes que se os hayan cumplido con mayor frecuencia o que más os gusten. Ahí va el mío:

-La justicia de enero es rigurosa. La de febrero, ya será otra cosa.


27 febrero 2006

¿Es... son? - VI

Siempre lo miré fascinado, turbado, como si estuviera a punto de descubrir un tesoro oculto. Cuando fue lo primero que vi, dio alas a mi imaginación para ver el resto, y si mi primera visión me satisfizo, siempre se impuso a lo demás, aunque no se correspondiera a lo que yo había imaginado, ya fuera por más o por menos bello.

Como de una casi recta, el perfil de su contorno en su vista posterior, en ocasiones enmarcada y oculta, se va suavizando hacia un valle a veces horizontal, otras con una ligera inclinación. Cómo después se contornea en una voluta sensual casi esférica.

Cómo su color, su brillo satinado, su tacto, pueden envolverme y hacerme ensoñar con atardeceres de verano y fragancia de mar.

SOLUCIÓN:

17 febrero 2006

Mi impresión de las mujeres

Como ya dije, a la edad de tres años ya había comenzado el colegio y ya había tenido dos experiencias clave con las mujeres.

A todo esto, justo enfrente de mi piso se acababa de mudar una familia compuesta por los padres, un hijo y dos hijas. Del hijo no guardo memoria pero de las hijas sí. Repentinamente, dos féminas se habían colocado justo enfrente de mi vida a una taza de azúcar de distancia.

La que más me atraía tenía unos dieciseis años y yo entonces no entendía por qué pasaba de mí de una forma completamente bestial, aunque ya mi corazoncito empezaba a vislumbrar que entre los objetivos de una adolescente con bastantes pretensiones, no se encontraba el de hacerle caso a un niño de tres años que la miraba como si estuviese muy enfermo del tiroides, con los ojos muy abiertos y desorbitados.

La otra hermana tenía más o menos mi edad pero a mí me espeluznaba. Portaba a la sazón unos vestidos cortos casi a nivel de la sínfisis púbica, con unas braguitas de ganchillo subidas por encima del ombligo que siempre estaban manchadas de negro en la zona de asiento. Además llevaba el pelo recogido con hierros por todos los lados y las uñas pintadas a retazos de un color rojo vivo.

Tanto la hermana mayor que siempre estaba de mal humor, como la pequeña que sólo se holgaba en hacerse obedecer por mí, jamás sonreían. Tenían el aspecto de esos profesionales que se toman muy en serio su cometido. Con ellas, además de estas apreciaciones, aprendí que las chicas olían diferente, entre un olor a colonia de niño y un olor dulzón muy típico que se quedó grabado en mi recuerdo para siempre...

Continuará...

11 febrero 2006

Mi visión de las mujeres

Lo primero que he de decir es que yo no tengo hermanas.

Mi primer encuentro con una chica, que yo recuerde, fue cuando tenía dos años. Ella quiso besarme y yo, claro, completamente acojonado de que otro ser se abalanzara sobre mí sin previo aviso y con los labios por delante, la aparté de un empujón. Ella, mucho más fuerte, hábil y decidida que yo, terminó inmovilizándome y dándome un mordisco en mi tierno carrillo. Ya os podréis imaginar lo que eso puede llegar a marcar a una criatura, pues muy lejos de ello, eso supuso un reto para mí y esa chica decidida y fuerte sería la pauta para determinar el tipo de mujeres que me gustarían en el futuro (decididas pero no pegonas, ojo, que no soy masoquista).

La siguiente mujer en mi vida fue la señorita B. (no digo su nombre por si me está escuchando y esto le suena). Era mi profesora de jardín de infancia y yo tenía tres años. Fue un amor a primera vista. Tanto la quería que un día que me tenía sentado en sus piernas enseñándome los palotes y yo con unas ganas tremendas de hacer pis, no sé si por el calorcillo, no sé si por no bajarme de su magnífico regazo, por ambas cosas o por algún oscuro motivo que no acierto o no quiero acertar a comprender, me meé encima de ella. Allí mismo sufrí mi primer desengaño y comprendí lo efímera y frágil que resulta la esperanza, y por qué poquita cosa puedes perder a tu amada.

Continuará...

10 febrero 2006

¿Es... son? - V

Te conocí cuando sólo tenia 12 años. Al principio me ponías enfermo pero hacía ver que me gustabas. No quería ser diferente a los demás, aunque seguro que en ellos producías la misma impresión. Poco a poco fuiste entrando en mi vida, acomodándote, convirtiéndote en algo cotidiano y poco a poco en algo imprescindible, deseable. Yo te detestaba porque en el fondo sabía el daño que me causabas. No podía terminar contigo y secretamente albergaba la esperanza de dejarte sin dolor, sin pena, sin necesidad de ti.

Ya han pasado algunos años desde ese día en que tomé la decisión de abandonarte, de no volver a ti nunca más. Tú que te habias convertido en una parte importante de mi vida, que me gobernabas casi en todo momento, que disponías de mi tiempo inexorablemente, sí, te dejé, a pesar de las consecuencias, a pesar de saber que te echaría de menos, que seguiría soñando contigo, que me encontraría solo, desdibujado, enfadado, sin saber qué hacer.

Pero ya no volverías a hacerme daño, no conseguirías dominarme, lo que hice lo hice por mí, lo he pasado mal, pero no me arrepiento.

09 febrero 2006

Yo sólo cumplía órdenes

Obediente siempre a la llamada del deber, pongo manos a la obra para satisfacer, al menos parcialmente, los deseos de mi querida Wendyquerida.

He elegido un fragmento que a mí me marcó especialmente, pertenece al libro "Cuerpos y Almas" de Maxence van der Meersch.

Ni un artículo ni un estudio. Sólo algunas notas dispersas que nadie sentiría la curiosidad de consultar. Ni siquiera un colorante al que dejar su nombre. La parte de la ciencia que correspondió a Norf era la más amarga y negativa: explorar los caminos sin salida posible para que los demás no pierdan el tiempo con ellos. Por otra parte, si acaso había descubierto algunas cosillas útiles y personales, había sido demasiado modesto, demasiado escrupuloso y no había querido publicar nada con precipitación o que no fuese absolutamente cierto, hasta el punto que nadie sabría nunca de su esfuerzo...

He tenido que buscar en un baúl y casi releerme el libro para encontrar este fragmento que leí a los catorce años.

Le paso el meme a Súcubo, a Kilian y a Cirene.

08 febrero 2006

¿Es... son? - IV

Has venido a mí de repente, un fugaz recuerdo de otros tiempos, te has aparecido en el lugar donde viven mis recuerdos. Cómo te vi el primer día, cómo te cogí con cuidado, como si fueras a romperte, cómo fui aprendiendo poco a poco tus más íntimos secretos. Cómo tú, rebelde ante mi torpeza, me ensuciabas y no respondías exactamente a lo que yo esperaba y cómo, al final, después de haberlo dado todo quedabas exhausta, poco a poco dejabas de hacer aquello para lo que habías sido creada.

Recuerdo tu vestido negro, tus formas que se adaptaban casi perfectamente a mi mano, tu sombrero, que al retirarlo dejaba al descubierto esa filigrana de plata y oro tan delicada que era parte de tu esencia.

Cuánto hemos caminado juntos, cuánto hemos subido y bajado en rápida sucesión a veces, otras en insegura, muchas para bien, algunas para lo contrario.

Tú que has sido mi confidente, mi amiga, el vehículo de mi desesperación, de mis desengaños, de mis pensamientos, de mis palabras de amor, de mis mejores deseos y también de los peores, de mi memoria, de mi futuro...

07 febrero 2006

Encuesta sobre juegos y meriendas

Después del post de la nocilla, y viendo que más o menos la gente de esta esfera se mueve o ha movido por parecidos derroteros, me gustaría que me contestaráis, por favor a:

  • ¿Cuáles eran vuestros juegos infantiles preferidos?
  • ¿Cuál vuestra merienda?
  • ¿En qué ha derivado todo eso en la actualidad?

06 febrero 2006

¿Es... son? - III

Cuántos años conociéndote, desde siempre que yo recuerde. Cuántas tardes compartidas, a veces entre los juegos infantiles, otras sin poder dejar de jugar, tú seguías en la mano sobre tu compañero inseparable y a veces caías al suelo, y yo, con inmenso cuidado, retiraba uno a uno los granos de arena que te habían ensuciado, teniendo que dejarte a veces para el dia siguiente. Compungido, triste, con una sensación de vacío en el estómago.

Recuerdo tu aspecto, tu color de siempre que me gustaba más que las otras formas quizás más sintéticas, quizás tu facilidad para amoldarte, tu aroma. Has cambiado en varias ocasiones en un intento de adaptarte a los tiempos, pero por dentro has seguido siendo la misma.

A ti que eres la memoria ya de varias generaciones y que has pasado de padres a hijos te rindo homenaje, porque eres dulce, buena, constante, imperturbable y siempre hemos podido contar contigo. Sigue así.

SOLUCIÓN:

La primera que lo dijo fué yoenmimundo, pero sé fehacientemente que lo sabíais todos, ¿no os da pena meteros con un niño con un ojo de cristal y fijación por el chupete?

02 febrero 2006

De arpías y mujeres

Por definición una arpía es una mujer aviesa y malintencionada que intenta sacar provecho de todo a costa de lo que sea, sin escrúpulos, fatua, manipuladora para conseguir sus fines, trepadora, que no duda en utilizar sus armas femeninas en su propio interés. Es calculadora, rapaz, mentirosa, amiga de crear situaciones farragosas que suelen producir daño a los demás. A menudo utilizan el sexo y la seducción con el único fin de conseguir sus propósitos.

Una mujer es aquella que pudiendo ser una arpía, por propia elección decide no serlo. Es capaz de luchar y subir por méritos propios sin triturar a nadie, es capaz de querer desinteresadamente, es desprendida, es valiente, es tenaz, comprende bien las situaciones y no las crispa. Cuando se rinde lo hace sin condiciones y cuando se entrega, se entrega y punto.


Dedicado al señor Nepomuk, para que vea que sigo siendo un pillín y a Wendyquerida, para que vea lo simple que soy.

01 febrero 2006

Por qué me gustan las mujeres

Me he puesto a escribir un post sobre un retrato, el retrato de una chica de la blogosfera, y pensando, pensando, he intentado extraer las causas de por qué me gustan tanto las mujeres, no sólo en el aspecto sexual, sino tambien en el intelectual.

He intentado muchas veces sin éxito convertirme en un misógino recalcitrante, pero esa misoginia me ha durado aproximadamente tres milisegundos, tiempo más que suficiente para ser desarmado por unos andares o una mirada, una voz, un comentario, o simplemente un silencio (qué fácil soy).

En general siempre me he comunicado mejor con las mujeres, suelen ser más intuitivas y con pocas palabras captan mejor el mensaje. Siempre he preferido trabajar con ellas porque suelen ser más currantas y mucho más resistentes, cumpliendo antes con su parte del trabajo, además no suelen ser prepotentes, y si algo no saben lo dicen, y si algo no entienden, preguntan. Son mucho más pacientes y suelen tener bastante claro lo que quieren.

Éstas son sólo algunas cosas que pienso sobre las chicas y que me gustan de ellas. Sin estos atributos normalmente no he conseguido sentirme atraído, por muy buenas que estuvieran.