18 diciembre 2005

La camisa del hombre feliz

Cuando recuerdo esta historia siempre se me saltan las lágrimas. En un momento fueron lágrimas de emoción al contemplar que para ser feliz no se necesita ni tener algo tan elemental como una puñetera camisa. Después vinieron las lágrimas producidas por la comprensión de que lo que le hacia verdaderamente feliz al hombre sin camisa era no saber que estas existían. Y por último, vinieron aquellas por ese hombre que se creía feliz porque él, que no tenia camisa, era requerido por uno que siendo más poderoso se sentía muy desgraciado.

Creo que las lágrimas se formaban porque yo me sentía totalmente identificado con él en cada caso, y en el fondo eso me hacía sentir desgraciado. Porque no creo que la causa de la felicidad esté en la necesidad de poseer, o en la de ser ignorante, o en la de estar por encima de los demás, la causa de la felicidad está en... está en...

arrhhhhhhhrhh... ¿dónde está mi cafinitrina?

... SEGUIR VIVIENDO.

3 Homo sapiens:

Anonymous Anónimo dice...

Condicion sine qua non ;)

2:15 a. m.  
Blogger papa pan dice...

Mi señora doña Eride, me gustaría que todo el mundo pensara como tú.

MIHI SPES OMNE IN MEMET

10:50 p. m.  
Blogger Johnymepeino dice...

Como soy lerdo a duras penas entiendo. Si estabas tri-identificado con él ¿Porqué te sentías un desgraciado?. :( Mi no comprender.
Como tampoco no entiendo para qué cosa sea la cafinitrina (aunque suena a café) Rico, rico, rico. Y lo de mmm... ¿Que toda tu esperanza está depositada en un memet?. (¡¡animalot, los romanos no tenían portatil!!) Bueno pues lo que signifique "memet" ¿memo?. :(
No estes triste, para esas faenas ya estamos otros y además nos va con la edad.

2:20 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home