08 diciembre 2005

Qüasi (IV)

...

-Mucho me temo que no está muerto, Mari, ¡uy!... digo dormido. ¿Qué te ha pasado Henry? ¡Henry! ¡Henry!... Pide ayuda.

Henry Hulton estaba tumbado en el suelo con una pierna extendida y otra grotescamente doblada bajo la espalda, y la cabeza, o lo que quedaba de ella, formando parte de la ofrenda de mirra de un horripilante y macabro retablo de la adoración a tamaño natural.

-Está irreeeconocible...

-¿Has pedido ayuda?

-Hoy es el Año Nuevo chino y el día de San Patricio y no queda nadie en el edificio

-Bajemos a la calle a llamar a la policia.

-¿Afirma usted que aqui yacía el cadáver de Henry T. Hulton? Está muy feo eso de llamar a la poli para justificar una catástrofe doméstica ante el seguro. E inventarse un muerto. Si se ha peleado con la muñeca, invítela a cenar y deje de dar la murga...

2 Homo sapiens:

Blogger Guillermo dice...

Y ahora el muerto desaparece, desde luego es siempre un hecho que anima la historia y aumenta la impotencia de los protagonistas. Sabes enganchar al público

1:22 p. m.  
Blogger papa pan dice...

Muchas gracias, fiel lector. En uno de los próximos 3 capítulos tengo una fugaz aparición. A ver si adivina quién soy.

9:26 p. m.  

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