07 diciembre 2005

Qüasi (III)

...

-Sí, eso debe ser. Un olor a almendras con penicilina y salchicha ahumada, sí que repele, sí.

-Pues no, el mío se llama Ajoarrier Extreme, qué raro ¿no?. ¡Anda!, mire, el teléfono está desconectado... no, está arrancado. Alguien debió tropezar anoche. Bueno, ¿le apetece un café?.

Mari Lee fue contoneándose provocativa hacia la sala del café.

-¡AAAAAAAH!

-¿Qué ha pasado, qué ha pasado?

-Se me ha roto una uña.

-¡IIIIIIIH!

-¿Y ahora?

-Tengo una carrera en la media. Huyve, qué desordenado y sucio esta todo. ¿Qué hace el Señor Hulton durmiendo en el suelo?...

3 Homo sapiens:

Anonymous Anónimo dice...

Desde luego el ¡AAAAAAAH! (y sobre todo el ¡IIIIIIH!) queda mucho más femenino, donde va a parar...

Mi ¡MIERDA! hizo que jefe pegase un brinco de medio metro.

7:54 p. m.  
Blogger Guillermo dice...

Jeje bien enlazados los capitulos. La historia se pone interesante, por cierto ¿vas a salir en ella fugazmente como hacía el bueno de Alfred Hitchock?

8:50 p. m.  
Blogger papa pan dice...

Es que, mi Doña Eride, hay palabras para jefes oligos y palabras para futuros proyectos, no obstante la tal Mari Lee tiene muchas dobleces.

Guillermo, buena sugerencia. Intentaré aparecer en una de las entregas (ya le diré en cuál).

11:57 p. m.  

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